PATRIMONIO CULTURAL

Junto a la riqueza natural que alberga La Siberia, cabe destacar también el inmenso patrimonio cultural del que dispone esta comarca, compuesto no solo por su patrimonio arquitectónico y artístico, sino también por sus fiestas, costumbres y tradiciones, así como por su gastronomía, que le otorgan a la zona un valor añadido en su particularidad como región a disfrutar por todos aquellos visitantes que busquen adentrarse en estos parajes.

 

Así pues, encontramos en las distintas poblaciones de esta comarca calles que conservan una arquitectura clásica, edificaciones basadas en la arquitectura popular no exentas de un rústico encanto, del que también gozan las numerosas fuentes y esculturas presentes en sus localidades. Edificaciones de uso civil y casas señoriales comparten espacio con templos religiosos, fundamentalmente iglesias, ermitas y conventos variados, que alternan estilos que van del románico al mudéjar, con elementos ornamentales tales como primorosas arquerías exteriores, bóvedas decoradas con preciosos frescos y murales, hermosos retablos y tallas religiosas de calidad variada. Persisten asimismo no pocos vestigios del pasado en estas tierras, que abarcan desde épocas prerromanas a la dominación árabe, pasando por influencias celtas, romanas e incluso templarias. Y es que la Siberia alberga yacimientos arqueológicos, castros y fortificaciones que retrotraen al visitante a otras épocas de la historia. El estado de estos vestigios varía de unos lugares a otros, pero algunas de estas construcciones aún se mantiene firmes pese al paso del tiempo, como por ejemplo el Castillo de Puebla de Alcocer, fortificación desde la cual pueden contemplarse unas hermosas vistas de la comarca desde su Torre del Homenaje, o el Castillo de Herrera del Duque, histórica fortaleza erigida sobre la cima de un cerro, de obligada visita para aquellos que se acerquen a la localidad.

 

Fuertemente ligada a la ganadería desde sus orígenes, La Siberia ha estado vinculada históricamente a la trashumancia, constituyendo algunas de sus localizaciones importantes zonas de paso para el ganado en tiempos de La Mesta, cuya vinculación con estas tierras se refleja en construcciones como el Puente Medieval de Villarta de los Montes, conocido como el Puente de La Mesta, que antaño formara parte de la Cañada Real Segoviana y por el cual circulaba el ganado proveniente de numerosos puntos de la península. Este puente generalmente se halla cubierto por las aguas del pantano del Cíjara, siendo visible cuando el caudal del mismo se halla en un nivel bajo. Reflejan estas improntas históricas la importancia como enclave para las comunicaciones trashumantes que tuvo la comarca de la Siberia en la época Medieval, no en vano llegó a celebrarse en la región una de las reuniones anuales del Honrado Concejo de La Mesta. El mantenimiento de las Cañadas reales, cordeles y veredas, ligado a la importancia que se le concede a la trashumancia como elemento inherente a la identidad cultural siberiana, conforma una manifestación reconocida del Patrimonio Cultural Inmaterial presente en estas tierras.

 

 

Es destacable también el elemento cultural presente en La Siberia a través de sus tradiciones y fiestas, llenas de arraigo y simbolismo, que alternan lo pagano y lo religioso. Así, encontramos romerías y fiestas patronales varias, amén de tradiciones impregnadas de carácter familiar y de amor por las raíces, que aún persisten pese al paso del tiempo y de la progresiva despoblación, debido fundamentalmente a su transmisión de generación en generación, de padres a hijos. Así, por citar solo algunas de estas festividades,  podemos destacar en el calendario las siguientes:

 

 

Por último, cabe finalizar este breve repaso al patrimonio cultural de La Siberia haciendo especial hincapié en la gastronomía como último elemento identitario de esta tierra, célebre por su producción de miel, pero también de otros productos como aceites, quesos, mermeladas, productos de matanza, vinos y licores varios; gozando además de reconocimientos como la Indicación Geográfica Protegida del Cordero de Extremadura. En lo que concierne a las elaboraciones culinarias, imperan platos de corte tradicional, tales como migas, sopas, gazpachos o el celebérrimo “ajoblanco”. De la matanza del cerdo se elaboran platos como los chorizos malditos, torreznos y similares. La riqueza cinegética de la zona impulsa numerosos guisos y calderetas que aprovechan la carne obtenida a través de la caza, como el “tasajo”, al igual que ocurre con la pesca, que deriva en platos como el archipopular “Escarapuche”. Y para endulzar el menú que nos ofrece la Siberia, nada mejor que probar algunos de los múltiples dulces que por aquí se elaboran, tales como las “chaquetías”, las candelillas, los canelones, los canutos, las flores o las rosquillas, por citar solo algunos de los principales manjares de la repostería tradicional siberiana.