CONÓCELA

En el interior de Extremadura se halla la montañosa zona conocida por sus propios habitantes como “La Siberia Extremeña”, singular calificativo que proviene de su utilización como zona de destierro y de aislamiento de residentes políticos, los últimos de los cuales llegaron a la zona durante el franquismo, si bien se baraja también la opción de que fuese un nombre impuesto por el duque de Osuna tras ejercer como embajador en Rusia. Tiene este calificativo no solamente ecos poéticos, sino también cierto deje climático, habida cuenta de las temperaturas extremas que caracterizan a la región tanto en invierno como en verano. Por fortuna las otras estaciones del año se presentan más suaves en comparación, tanto en otoño como en primavera, favoreciendo de esta manera el tránsito de visitantes que acuden a la región para descubrir sus numerosos parajes y puntos de interés. Si tenemos en cuenta el índice de humedad de Thornthwaite, que valora la efectividad de las precipitaciones y de las temperaturas, la comarca de la Siberia pertenece a un clima seco-subhúmedo (pues de acuerdo a la valoración de este sistema, su Índice de Humedad se sitúa entre −20 y 0). Sus inviernos y veranos son extremos, mientras que en otoño y primavera rigen temperaturas más suaves.

 

Diversos hábitats y paisajes caracterizan a esta zona, dotándole de un innegable atractivo en base a la amplia diversidad existente tanto de flora como de fauna. No en vano está integrada la Siberia en la Red de Espacios Naturales Protegidos de Extremadura (RENPEX), así como en la red ecológica europea Red Natura 2000. Sus parajes abarcan de zonas boscosas, rocosas y esteparias a dehesas, regadíos y humedales. El connatural atractivo de la región invita a recorrerla y descubrirla a través de sus grandes rutas, tanto en coche, como en bici o a pie, estos últimos a través de la Red de Senderos de la Siberia. Asimismo, arroja un enorme abanico de posibilidades lúdicas, tanto acuáticas (gracias a sus embalses y ríos, amén de sus numerosos embarcaderos, playas y piscinas naturales, podemos disfrutar de la navegación, el piragüismo o un refrescante baño en familia) como al aire libre (cicloturismo, senderismo, micología, escalada, actividades cinegéticas, fiestas populares y gastronomía, entre otras actividades diversas).

 

Es la Siberia Extremeña un entorno natural privilegiado, que además ostenta la condición de paraíso ornitológico, ideal para los amantes del “Birdwatching” (avistamiento de aves) gracias a la enorme cantidad de especies que sobrevuelan la zona, entre las cuales se encuentran buitres leonados, águilas reales o cigüeñas negras, por citar algunas, y que pueden observarse desde algunos de los privilegiados miradores dispuestos por la comarca. No debe obviarse tampoco la riqueza patrimonial, cultural, artística y gastronómica que de inmediato despierta la fascinación de todo aquel visitante que se adentra en La Siberia. Y es que la Siberia aúna descanso y ocio, una riqueza a todos los niveles que convierte a este bello rincón en una maravilla digna de ser descubierta.

 

Es por tanto esta combinación de belleza natural, alternativas lúdicas y patrimonio cultural la que convierte a la Siberia Extremeña en el destino turístico perfecto para aquellos que busquen unas vacaciones alternativas perfectas.